Ana se ha levantado hoy con uno de sus niños enfermo. La noche ha sido larga y ha tenido múltiples despertares cada vez que el pequeño se quejaba, la fiebre no ha remitido y ambos se sienten cansados. Ahora tendrá que activar todos los protocolos de urgencia para lograr llevar al mayor al colegio, contactar con la canguro y rezar para que pueda venir, a la vez que ve cómo se las arregla con el trabajo y las dos reuniones importantes que hoy tenía agendadas.
En estos momentos extremos, al menos para Ana, una madre profesional, la cultura de la empresa en la que trabaja marca de forma clara la diferencia. Por suerte, Ana trabaja en una empresa donde se cree y apuesta por las personas. Esta empresa ha ubicado a sus trabajadores en el centro, han comprendido que difícilmente podrán dar un buen servicio a sus clientes sin que las personas que trabajan allí, y que por tanto son las que han de hacerlo posible, lo vivan de forma auténtica y no forzada por el miedo o la obligación a través del control.
La empresa donde trabaja Ana como responsable de comunicación, decidió recoger en un documento (culture book) todo aquello que define la esencia de la empresa: qué son, para qué están allí todos ellos y ellas, cuáles son los valores que los definen, cuál es su estilo, cómo hacen las cosas, cuáles son sus límites… Toda organización tiene, aunque no lo sepa, una cultura. La cultura de la empresa es aquello que hacen los trabajadores cuando nadie los está mirando, es decir por su propia iniciativa. El hecho de recogerlo en un documento ayuda a darle forma a lo que ya existe, o a aquello que se quiere alcanzar, y por tanto facilita un mapa del camino a seguir.
El proceso de recoger la cultura de una empresa es un excelente ejercicio de consciencia, de reconocimiento sobre lo que tenemos y lo que nos falta, de ilusión sobre lo que deseamos alcanzar. Palabras, frases, colores, imágenes… nos ayudan a encarnar y entender mejor la cultura. Un culture book bien hecho nos servirá de guía, y será una herramienta útil para compartirlo con toda persona que llegue nueva a la organización.
A pesar del protocolo de urgencia activado, Ana no va a llegar a su primera reunión, pero ella se siente tranquila, lo que le permite ser más eficiente en estos momentos de estrés. La cultura de empresa soporta perfectamente casos como este, con lo que todas las personas de la empresa verán con normalidad la situación. Para poder cubrir la reunión en hora, hará una video conferencia desde casa, esperando la llegada del canguro que le permitirá moverse hacia la empresa.
¿Cómo crees que se siente Ana al ver que la empresa le facilita la conciliación familiar? ¿Con que ojos mirará a la empresa para la que trabaja?
El último estudio Employer Brand de Randstad nos dice que la segunda principal razón para permanecer en la empresa es una buena conciliación laboral-personal. ¿Cuándo empiezas a crear una cultura humanista en tu organización?