En las empresas donde los mánagers y directivos/as trabajan únicamente para cubrir sus responsabilidades, los empleados y empleadas tienen dificultades para cumplir y desarrollar sus obligaciones cotidianas.
En cambio, cuando en una empresa conseguimos que los jefes y jefas se transformen en Mentores y Mentoras Potenciadores/as (mediante un programa específico que aplicamos en uRock) se produce un cataclismo cultural que hace brillar cada una de sus estrellas.
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Cuando los altos mandos se convierten en Mentores y Mentoras Potenciadores/as, su acción empieza a surtir efecto en las personas a las que ayudan:
1.- Superan los escollos que les plantea la vida de mejor manera que quienes no cuentan con la atención y el afecto de algún semejante o apoyo.
2.- Tienen una opinión más favorable de sí mismos/as, ya que se ha alimentado en ellos/as la seguridad y la predisposición a explorar con confianza las posibilidades para resolver retos.
3.- Se sienten comprometidos/as con su Mentor o Mentora.
4.- Están dispuestos/as a luchar, resistir y demostrar que son dignos/as de su aprecio.
5.- Se ven capaces de afrontar sus objetivos.
6.- Se vuelven personas valiosas y autónomas en el entorno laboral (y personal).
A partir de esto, se pone en marcha el modelo de mejora de resultados en la empresa, explicado en el modelo Service Profit Chain de Harvard (método que aplicamos de manera exitosa en los procedimientos con nuestros/as clientes/as):
En este modelo se puede apreciar que el principio y base fundamental es la del «empleado/a satisfecho/a». Esto producirá mejores resultados en la organización, pero para que el empleado esté satisfecho, hay que invertir parte de estos beneficios en su calidad de vida.
En uRock estamos seguros de que convertir a jefes y jefas en Mentores y Mentoras Potenciadores/as es la mejor inversión que cualquier compañía puede hacer, consiguiendo beneficios a corto y largo plazo.